ALOPECIA-CALVICIE Y ENFERMEDADES
SINTOMAS DEL ANEURISMA
Los síntomas dependerán del tipo de aneurisma que se padezca.
Aneurisma de la aorta abdominal:
Los síntomas como primera señal del aneurisma es una especie de masa pulsátil en el abdomen. Este aneurisma provoca un dolor intenso, especialmente en la espalda, que suele ser persistente, aunque si se cambia de posición esto proporcionará alivio. Si junto con el aneurisma se produce una hemorragia interna grave, el diagnóstico suele evolucionar de manera rápida hacia el shock y muerte en un porcentaje alto de casos.
Aneurisma de la aorta torácica:
Este aneurisma es de los pocos que puede ser muy grave sin causar síntoma alguno. Sin embargo, las señales típicas son dolor (principalmente en la parte superior de la espalda, de gran intensidad), tos y pitidos en el pecho (sibilancias). El dolor también se advierte en el pecho y en los brazos, lo que puede confundirse con un ataque cardiaco. La presión que se crea sobre el esófago puede dificultar la ingestión. Se puede incluso llegar a la muerte debido a la pérdida de sangre.
Disección aórtica:
La mayoría de personas con una disección aórtica (un aneurisma disecante) presentan un dolor que aparece de repente y de forma muy intensa. Este dolor es usual en la espalda, en la zona que está entre los omóplatos. Dependiendo de las arterias que estén obstruidas, el resultado puede ser un accidente vascular cerebral, un ataque cardiaco, dolor repentino en el abdomen o imposibilidad de mover una extremidad.
Los síntomas como primera señal del aneurisma es una especie de masa pulsátil en el abdomen. Este aneurisma provoca un dolor intenso, especialmente en la espalda, que suele ser persistente, aunque si se cambia de posición esto proporcionará alivio. Si junto con el aneurisma se produce una hemorragia interna grave, el diagnóstico suele evolucionar de manera rápida hacia el shock y muerte en un porcentaje alto de casos.
Aneurisma de la aorta torácica:
Este aneurisma es de los pocos que puede ser muy grave sin causar síntoma alguno. Sin embargo, las señales típicas son dolor (principalmente en la parte superior de la espalda, de gran intensidad), tos y pitidos en el pecho (sibilancias). El dolor también se advierte en el pecho y en los brazos, lo que puede confundirse con un ataque cardiaco. La presión que se crea sobre el esófago puede dificultar la ingestión. Se puede incluso llegar a la muerte debido a la pérdida de sangre.
Disección aórtica:
La mayoría de personas con una disección aórtica (un aneurisma disecante) presentan un dolor que aparece de repente y de forma muy intensa. Este dolor es usual en la espalda, en la zona que está entre los omóplatos. Dependiendo de las arterias que estén obstruidas, el resultado puede ser un accidente vascular cerebral, un ataque cardiaco, dolor repentino en el abdomen o imposibilidad de mover una extremidad.
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