ALOPECIA-CALVICIE Y ENFERMEDADES
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS DEL CÁNCER DE PULMÓN
Sólo un 15% de este tipo de cáncer se diagnostica en estadios iniciales, esto es debido a que los síntomas no aparecen hasta que la enfermedad está avanzada. Si no hay afectación ganglionar en el momento de la cirugía, el índice de supervivencia a cinco años es de un 50%. Si se consideran globalmente todos los casos, el índice de supervivencia se reduce a un 14%.
Existen diferentes pruebas diagnósticas que visualizan los tumores pulmonares en distintos estadios.
El médico utilizará uno o varios métodos para detectar el cáncer si existe sospecha previa. El historial médico del enfermo es lo primero que se realizará para valorar los antecedentes personales y familiares. El médico preguntará por la existencia de cánceres y otras enfermedades en la familia, por el consumo de tabaco, la exposición ambiental o profesional a sustancias productoras de cáncer de pulmón y por las posibles enfermedades respiratorias o de otro tipo que padezca el enfermo.
La exploración física se hará teniendo en cuenta los síntomas que refiere el enfermo y, con ella, se podrán obtener datos que pueden ayudar al diagnóstico de cualquier enfermedad.
El análisis de sangre mostrará si hay alguna alteración celular a nivel de otros órganos como por ejemplo el hígado.
Los estudios radiológicos se pueden realizar mediante varias técnicas, si no se visualiza bien con una prueba, o si hay alguna duda en el diagnóstico. Estas pruebas dan información sobre la etapa en la que se encuentra el cáncer. También son útiles para comprobar si el cáncer se ha extendido a otras partes del cuerpo.
Las pruebas que se utilizan son:
- Radiografía de tórax con la que se puede ver alguna masa o mancha en los pulmones y establecer razonablemente la probabilidad de que sea un cáncer. Esta prueba se realiza en dos proyecciones, una de frente y otra de perfil. En más del 95% de los casos de cáncer sus resultados son anormales.
- TAC: Consiste en una emisión de rayos X desde distintas perspectivas y con la que se observa todo el cuerpo. Es una prueba sencilla que suele durar algo más de 15-30 minutos. Esta es más sensible que la radiografía y con ella se detecta mejor el cáncer en etapas iniciales. También sirve para comprobar si existen metástasis en otros órganos: hígado, glándulas suprarrenales, cerebro etc. Es la prueba de imagen más utilizada y rentable en el estudio de esta enfermedad. Sin embargo, algunas veces se requiere completar el estudio del TAC con otras pruebas más sensibles para determinadas localizaciones del cáncer de pulmón: resonancia nuclear magnética (RNM) cerebral o de columna vertebral, ecografía hepática, gammagrafía ósea etc.
- La resonancia magnética se utiliza para tomar imágenes transversales detalladas. Esta técnica emplea los campos magnéticos y los espectros emitidos por el fósforo en los tejidos corporales y los convierte en imagen. Con ella se puede observar la vascularización del tumor. Son imágenes más precisas con las que se puede observar la propagación del cáncer al cerebro o a la médula espinal. No suele ser demasiado útil para explorar los pulmones.
- La tomografía por emisión de positrones (PET, sus siglas en inglés): consiste en inyectar un radio fármaco combinado con glucosa y éste será captado por las células cancerosas, de existir un cáncer, que consumen más glucosa. El radio fármaco hará que se localicen las zonas donde se encuentre el tumor. En el caso concreto del cáncer de pulmón, se emplea algunas veces para despejar alguna duda sembrada por la TAC, pero no es necesaria la mayoría de las veces.
- Citología del esputo: se analizará el primer esputo o flemas de la mañana con el microscopio para observar si contiene células malignas. Es una prueba sencilla y muy rentable en los cánceres de pulmón localizados en los bronquios.
- La biopsia del tejido se precisará para confirmar el diagnóstico. Esta prueba consiste en tomar una muestra del tejido sospechoso y analizarlo al microscopio. La biopsia puede realizarse mediante la introducción de un tubo, un broncoscopio, por la nariz hasta donde se encuentre la masa en el pulmón. Si por las características del enfermo no se puede realizar este tipo de biopsia, se realizará una pequeña intervención quirúrgica para extraer el tejido. Después de analizarlo, se podrá determinar el tipo de tumor y el estadio y así establecer el tratamiento adecuado. Se pueden realizar biopsias para analizar el tejido de otras zonas, como por ejemplo los ganglios linfáticos, si hay sospecha de metástasis.
- Mediastinoscopia y mediastinostomía: La mayor parte de las veces, la TAC se basta para proporcionar la información esencial sobre si los ganglios del mediastino, en el centro del pecho, están o no afectados. Si existen dudas, se recurre a la mediastinoscopia. Esta exploración se realiza bajo anestesia general, introduciendo por detrás del esternón, a través de una pequeña incisión realizada en la base del cuello, un tubo dotado de sistema óptico y pinzas de biopsia.
- Análisis de sangre: permite apreciar si algunos valores funcionales u orgánicos están alterados a causa de la enfermedad y ayudan además a determinar las condiciones orgánicas de la persona de cara al tratamiento.
viernes, 20 de agosto de 2010
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS DEL CÁNCER DE PULMÓN-ALOPECIA-CALVICIE Y ENFERMEDADES
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